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martes, 9 de febrero de 2016

Las tres 'V' de un liderazgo exitoso

Muchos han sido a lo largo de los últimos años los estudios que han intentado encontrar características y competencias comunes en los líderes más exitosos para conseguir dar con una receta replicable que mejorara el estilo de liderazgo de los directivos.

Otros han manifestado la imposibilidad de encontrar un conjunto de características comunes y replicables para todas las personas en el desarrollo del liderazgo y afirman que, dependiendo de los momentos y las contingencias, existen distintas necesidades de liderazgo que requieren cualidades diferentes.

Lo cierto es que los líderes exitosos suelen compartir una serie de capacidades que impulsan esa actitud. El tenerlas no significa que se sea un líder exitoso, pero ninguno de ellos carece de ellas. Siempre va a existir un espacio personal e intransferible que hace que cada liderazgo sea distinto e irreplicable. Con esto quiero decir que no existe una fórmula mágica de cualidades que podamos desarrollar y que inmediatamente nos convierta en líderes.

Aun así, a lo largo de mi experiencia he visto que, de todas las capacidades que pueda tener una persona líder en distintas circunstancias, existen tres cuestiones que suelen darse en ellos y que los hacen diferentes de los demás.

Visión

Si entendemos que una de las partes del liderazgo se basa en lograr que el equipo desarrolle un alto grado de compromiso para acompañar al líder a conseguir un determinado objetivo fijado, resulta indudable que la persona que lidera debe poseer una visión que indique el destino al que se debe ir. Esto es la visión, el dónde queremos estar en un futuro. Casi todos los líderes han reflexionado acerca de lo que les gustaría ser y dónde quisieran estar en un futuro y, a partir de ahí, crean una brecha estratégica entre la situación deseada y la actual que deben cubrir con la ayuda de su equipo.

Valores

Todas las personas poseemos valores que guían nuestras vidas y nuestra actitud ante las cosas. Sin embargo, muy a menudo van quedando en el olvido y dejamos de vivir conforme a ellos. Los líderes saben cuáles son los valores que poseen y por los que les interesa trabajar y los sitúan como guía de sus acciones. Esto les proporciona rasgos como la seguridad, la coherencia y consistencia y la confianza que tan necesarios son para liderar exitosamente.

Valentía

El líder es la referencia de todo su equipo y eso supone tomar decisiones. Significa ser valiente para poner en marcha tu visión y mover a tu organización a lo largo de esa brecha estratégica para hacer realidad el objetivo marcado.

La valentía también supone ser firme en los valores y resistir ante las dificultades que provoca el vivir conforme a dichos valores.

Como he comentado anteriormente, el poseer estas tres características no va a garantizar que nos convirtamos en líderes y además, que tengamos éxito. Es, por lo tanto, una condición necesaria, pero no suficiente. Esto supone que en algún momento los directivos deben reflexionar acerca de estas tres capacidades y comprobar si están cultivando una visión retadora y atractiva, si están conocen los valores que le mueven a actuar y los está potenciando y si están siendo suficientemente valientes para vivir conforme a esa visión y valores.


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